LA MUJER EN SU DÍA INTERNACIONAL
LA MUJER EN SU DÍA
INTERNACIONAL
Dr.
Raúl Pino-Ichazo Terrazas
La
mujer es el ser más importante de la creación y estos aniversarios
no deberían caracterizarse por una retahíla de deseos nihilistas e
hipócritas que no se consuman en realidades tangibles y de vigencia
ilimitada.
Los
derechos conculcados y postergados para la mujer han asumido un tema
de agenda en los Derechos Humanos, siendo una lacra que se origina o
deviene de la sociedad patriarcal o la familia monogamica. Creer en
los derechos plenos de la mujer requiere una nueva cultura de
concepción de esta injusticia atávica, y de la metamorfosis
necesaria y sobreviniente que debe experimentar todo niño,
adolescente y hombre adulto en su mentalidad y actitud para
comprender la magnitud que representa para la humanidad la igualdad
plena de género; de ello resultara un hombre nuevo sin sentimientos
de pírrica supremacía y discriminación hacia la mujer.
Sensiblemente
el poder del hombre que se manifiesta disimuladamente en el ansia de
prevalencia mayoritaria en los órganos de poder, trata de
distorsionar, retrasar y hasta impedir que la sociedad ingrese a
esta necesaria nueva cultura de paz, exenta de desigualdad de género
y, peor, de discriminación y racismo. Esta mutación debe redefinir
las relaciones entre mujeres y hombres en un ámbito o marco jurídico
estable, perfectible y sin preferencia para ningún género.
Es
lamentable que, con las innumerables muertes de mujeres acaecidas, el
triunfo de las mujeres sea siempre inherente con pérdidas de vidas,
aunque se debe reconocer que el proceso reivindicativo para las
mujeres que luchan con estoicismo puro, es más acelerado que en
otras épocas. Debe producirse, sobre todo en los jóvenes y hombres
logrados, un decisivo impulso para el derrumbe definitivo de las
sociedades patriarcales, tanto en Occidente como en Oriente.
Lo
importante es obrar jurídicamente y alcanzar una solución ecuménica
que situé a la mujer con plenitud de derechos y oportunidades sin
restricción alguna; acción deseada y enmascarada por la hipocresía,
pues se crean leyes pero no se hace nada en la implementación activa
y el peor enemigo es esa irrenunciable ansía del hombre de mantener
su prevalencia.
Existen
todavía hombres que, cuando lean este artículo, pensaran que el
columnista ha enloquecido, al proclamar y desear con diáfana
sinceridad y admiración por la mujer las reformas, jurídicas,
políticas y participativas, pues pocos se imaginan todavía el
cambio sustancial y positivo que generaría una verídica
proporcionalidad y equidad en los puestos de dirección en nuestro
país y en el resto del mundo; esta posibilidad de un mundo dirigido
por la mujer en equidad con el hombre produce emoción genuina de
cambio y del desarrollo humano.
No
es así, pues persiste la indolencia en relación con las
violaciones a los derechos humanos de la mujer, trasuntadas en
mutilaciones, feminicidios, uxoricidios, vejámenes, persecuciones,
lapidaciones, torturas y muertes a la mujer que un somero análisis
espanta y oprime al espíritu menos sensible.
En
este día, este columnista escribe unos cortos párrafos de un poema
dedicado a la mujer:
“Mujer, en sí no vives
sino en la persona que amas
y te olvidas de ti misma para
identificarte con dimensión de empatía completo
al amor por la igualdad.
Punto de inflexión fueron el
baño de Arquímedes, el árbol de manzano de Newton y
el camino de Damasco de San
Pablo; para la mujer, hoy, es el valor supremo de la igualdad y la
justicia”
Dr.
Raúl Pino-Ichazo Terrazas, es abogado, posgrados en Filosofía y
Ciencia Politica, Educación Superior e Interculturalidad, Arbitraje
y Conciliación, doctor honoris causa, escritor, autor del libro “LA
MUJER”.